Aspirantado:

Su fin propio en esta etapa, es ayudar a las jóvenes a discernir más fácilmente su vocación y prepararlas, mediante una sólida formación humana y cristiana, para seguir a Cristo con ánimo generoso y corazón limpio.

Postulantado:

En esta etapa se orienta a examinar las aptitudes y vocación de las jóvenes y el grado de formación religiosa y cultural de las mismas. Las postulantes inician su vida a imitar a Cristo, en el amor a la Virgen y en el conocer la vida del Instituto.

Noviciado:

En esta etapa la novicia ya comienza la vida en el Instituto, su finalidad que conozcan más plenamente su vocación divina, la propia del Instituto, que prueben el modo de vida. La novicia comienza una vida nueva, en la que a través de un intenso contacto personal con Dios, decide su total consagración a Dios y a los hermanos.

Juniorado:

Etapa de formación que sigue al noviciado, tiempo que debe continuar consolidándose, la formación religiosa y apostólica, humana y profesional, de modo que la religiosa adquiera la madurez de fe, de vida consagrada específica y de capacitación correspondiente que garantice una vida religiosa efectiva y perseverante y al mismo tiempo una eficaz actividad apostólica.

Tercera Provacion:

La Tercera Probación es un tiempo de gracia y de ejercicio para adquirir un trato de mayor intimidad y unión con Jesucristo, conocer a fondo los compromisos que se van a contraer y estimar en todo su valor el don divino de la vocación. Y todo esto debe suscitar un deseo más vivo y consciente de consagrarse a Dios para siempre en aras de una auténtica caridad al servicio de Cristo en los hermanos.

Consagracion Religiosa:

Nuestra consagración religiosa se realiza mediante la profesión de los votos públicos de CASTIDAD, POBREZA Y OBEDIENCIA.

Profesion Perpetua:

Acto de trascendencia decisiva para la Religiosa, en cuanto reafirma definitivamente su consagración a Dios para siempre.