La misión de las Siervas de María, es de amor y servicio cuidar a los enfermos,
los pobres predilectos de Cristo.
La Sierva de María está llamada a ser por vocación contemplativa en la acción. Damos gran importancia a la oración personal y comunitaria para ser almas de oración al servicio del apostolado.
La misión que la Iglesia nos ha confiado es: atender con nuestra caridad, ser portadoras del amor efectivo y sublime con que Dios los ama, sin distinción de clase social, de raza, religión o enfermedad.
Nuestra misión apostólica es servir a todos los hermanos a ejemplo de Cristo que paso haciendo el bien. "Lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos a Mí me lo hicisteis" (Mt. 25,36)
Solo el lema de la gloria de Dios y la salvación de los hombres, inspira nuestra caridad. Por eso nuestro servicio tiene como fin conducir los enfermos a hacia Él.